Baño de hielo, el nuevo secreto de belleza de Lady Gaga

Desde que Gwyneth Paltrow habló del método de Wim Hof en Goop, muchos famosos corrieron a llenar sus tinas de hielo para probar la magia prometida: piel tonificada y sin inflamación, una vida sin dolores crónicos y mucha salud capilar y de hábitos del sueño.

Como era de esperarse, entre esos nuevos adeptos al método Wim Hof estuvo Lady Gaga, quien desde que lo probó no ha dejado de presumir algunas de sus sesiones en la tina con hielo.

Y la cantante parece muy contenta, pues según lo que ha publicado en sus redes sociales y ha dicho en algunas entrevistas es que este ya es su truco favorito para quitar cualquier inflamación, sobre todo en el rostro.

“ Rutina después del show: baño de hielo de 5 a 10 minutos, baño caliente por 20, luego un traje de compresión lleno de hielos por 20”, escribió en una publicación de instagram hace un par de meses, al terminar un concierto en Las Vegas.

Pero, ¿quién es Wim Hof y por qué famosos y atletas de alto rendimiento están enamorados de sus rutinas de belleza y salud? Pues Hof es un exatleta que lleva décadas haciendo estas rutinas bajo cero, no por nada lo llaman el hombre de hielo. Y es que su entrenamiento ha sido tal que soporta hasta dos horas bajo el agua del Círculo Polar manteniendo alta su temperatura corporal.

Hof ha subido el Monte Everest en licras y sin camisa, ha corrido maratones descalzo en el Ártico y alguno más por el desierto sin beber gota de agua. En resumen, un loco muy sano y adicto al ejercicio extremo. Wim Hof está convencido de que el cuerpo humano es capaz de realizar actos extraordinarios y mantener el control bajo cualquier circunstancia. Eso sí, todo bajo revisión médica y con el debido entrenamiento.

Pero regresando a Gaga, esta ha dicho que cuando no puede consentirse con los largos minutos bajo el agua helada, alterna baños de agua caliente con helada, todo para dilatar sus vasos sanguíneos y mejorar su oxigenación que al final resultan en una piel sana y músculos firmes.

Sin duda, un tip de belleza no apto para quienes les da frío hasta comer un raspado de grosella.