Nick Cave ve a la música rock en retroceso
Nicholas Edward Cave, mejor conocido como Nick Cave, es una autoridad en la música pop al estar cerca de 40 años inmerso en la escritura de ficción, composición de soundtracks y en la autoría de canciones de amor, muerte y fe en diversos proyectos: The Birthday Party, The Bad Seeds, Grinderman y como solista.
Luego de estar tanto tiempo inmerso en el arte, el australiano consideró que el rock va en retroceso y otros géneros abanderan la rebeldía y el espíritu contestatario.
“Desde que en el rock empezaron las imitaciones se acabó esa energía. Creo que el hip hop ahora lo tiene, guste o no. El rock and roll va hacia atrás y la nostalgia no es un buen remedio para trascender”, señaló, en conferencia de prensa.
Sus creaciones van en un carril distinto, pues él mismo calificó a su música como algo más íntimo, que nace a partir de sus historias y los temas que lo mueven para que sus fans se apoderen de ella.
Por ejemplo, el álbum Skeleton Tree retrata el duelo que atravesó el australiano tras el fallecimiento de su hijo Arthur Cave, de 15 años, luego de haber consumido LSD y caer de un acantilado, en 2015.“Trabajo mi propia agenda, por así decirlo, pues desarrollo temas más personales que los ayuden a superar algo. Este tipo de conexión es muy importante para mí. Sólo tengo autoridad para escribir sobre mí y de situaciones ordinarias”, expresó.
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Aunque muchos lo consideran un ídolo, él no se ve así. Por ejemplo, en el pueblo donde nació, Warracknabeal, erigieron una estatua en postura militar para homenajearlo, situación que le parece chistosa y que en nada tuvo que ver.
Y su cumpleaños número 61, el 22 de septiembre, lo vivió como cualquier día.
“No recuerdo ni qué día fue… Estuve trabajando en el estudio y uno olvida esas cosas. Warren (Ellis, su violinista) me compró un pastel rosa. Fue todo”, dijo.
Su visita en el país se debe a que dará un concierto la noche del 2 de octubre en la CDMX. En general, señaló que le gusta la energía que despiden sus seguidores y la ideología que toda la población profesa a la muerte en la celebración a los fieles difuntos.
“La muerte parece ser muy importante para todos, excepto a mí. Sé que nos llegará y que aquí se festeja. Es algo único porque, de donde vengo, destina a hospitales y ancianos, es algo que avergüenza. Yo pienso lo contrario”.