Pablo Cantú: mitad Reyno, su proyecto solista de Polaris y su paso en el music business

Quien es conocido como el baterista y la mitad de Reyno lanza su propio proyecto, pero también nos cuenta de su trabajo en el negocio de la música

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Por:
Jean G. Fowler.
Imagen Foto: eduardoacierno

Pablo Cantú, la mitad de Reyno que tanto se ha convertido en una de las bandas más queridas en México durante los últimos años, finalmente encontró durante el encierro un momento para enfocarse en Polaris, un proyecto alterno que además de salvarlo del drástico cambio de ritmo al que se enfrentó desde que empezó el Covid-19, le permitió experimentar otros aspectos creativos.

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Ahora, Pablo lanza de manera formal este proyecto solista que decidió trabajar de lleno desde que pararon los shows y los apretados horarios por andar de gira con Reyno con su compañero, Christian Jean. “A Polaris trato de concebirlo como un espacio de libertad y de autenticidad total, algo que siempre buscas como artista pero que en una banda hay que equilibrar, acá solo se trata de darme gusto y satisfacer mis propias expectativas”, señala en entrevista telefónica con telehit.com acerca de “1.5”, disco que lanzó este año.


Describiendo un poco más este proyecto, "¨Polaris es visitar a un Pablo del pasado: ese joven de 15 años que abordaba la música con inocencia y libertad"; así nos encontramos frente a un disco conformado por ocho canciones que exploran sonidos como rock alternativo, efectos de sintetizador, su suave voz, percusiones clásicas del sonido amazónico, guiños al bossa nova y la nostalgia con la que suele componer.

Estar en una banda no es estar casado con solo hacer música para un solo grupo, pero sin duda funciona diferente a ser solista. “Cuando estás en dupla de pronto hay relevos o cosas que te validan cuando lidias con un apuro, quizá a veces no sabes qué meter en una rola”, comenta el compositor y productor, quien, por cierto, comenzó a recorrer el camino del music business desde hace unos años con Reyno y posteriormente con más artistas. Sobre estas diferencias, comenta con seguridad: “No creo que exista el bien y el mal en la creatividad, es un terreno muy relativo, hay procesos que llevan años y hay otros espontáneos”.


Sin embargo, a pesar de dedicar gran parte de su vida al escenario y a crear canciones tan memorables como “Fluye” o “Dos Mundos” con Reyno, Pablo Cantú también destaca en su carrera como mánager, junto a la parte que involucra la planeación de un proyecto musical, algo a lo que le entró por la necesidad de controlar el rumbo de lo que más le apasiona para luego ampliar sus horizontes con Adan Jodorowsky como productor y ahora lleva su management, por lo que nos comparte su aprendizaje.

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“Desafortunadamente, hoy en día el arte no es suficiente, es importante tener una visión del negocio o mínimo o un conocimiento básico, depende de muchas manifestaciones y estar muy al día”, reflexiona, aunque esto de pronto se convierta en un impedimento para explotar el máximo potencial de un músico.

“A nivel comercial no creo que hoy en día se trabaje en condiciones que generen el mejor arte posible. Son pocos los artistas que pueden ser artistas y ya, al no dedicarse a eso al full pierden su máximo potencial porque hay que invertir mucho tiempo a las redes sociales o vendiendo la playera para tratando de sostener sus producciones, creo que si hubiera una visión más a largo plazo por lado de la industria se desarrollaría un modelo que le permitiera tener una vida sana, digna y hacer más arte”, puntualiza.

Una clara consecuencia de ésto es cómo la música se ha vuelto efímera y Cantú considera que son pocas las canciones de esta década que pasarán a la historia. Para él, “Blinding Lights” de The Weeknd es una de ellas, aunque irónicamente los premios Grammy no lo veieron así e incluso lo rechazaron completamente en las nominaciones. “¿Dónde está un nuevo ‘Bitter Sweet Symphony’ de The Verve o el siguiente ‘Smells Like Teen Spirit’ con aquellas canciones de los 90 que nos marcaron?”, pregunta en la conversación.

“Yo no estoy ni inscrito a los Grammy. Te piden una membresía anual que pagas, haces una grilla para que tus amigos voten y quedes en la pre-selección, me parece un sistema que no descubre cosas nuevas porque son los mismos. Claro, los que quedan y premian sí son los mejores, pero la pre-selección se me hace totalmente desleal, porque mucho son relaciones públicas y poco tiene que ver mucho que ver con la calidad de la música. Se supone que el premio es la música y a la excelencia, pero no tiene nada que ver”, critica acerca de los famosos premios de la Academia Artes y Ciencias de la Grabación, visión que ha obtenido con años de experiencia.

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“Financieramente no es viable invertir en un todo un equipo que lleve cada frente, que sería lo ideal. La música se está volviendo un producto muy efímero, el volumen que se genera es mayor que cualquier momento de la historia, se me hace fuerte que estés pensando en 10 hits a nivel mundial”, concluye para dejarnos algo sobre lo que habría que reflexionar en relación a la industria en la que tanto como baterista de Reyno, como Polaris y miles de proyectos más tienen que luchar para sobresalir.