Guía para hombres: ¿qué hago en el paro #UnDíaSinMujeres?

Aquí unos útiles consejos para los hombres que quieren apoyar las marchas y el paro de las mujeres

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Por:
Karina Espinoza.
La historia ha estado marcada por distintas mujeres que han hecho la diferencia gracias a su lucha por los derechos. Estas son las historias de algunas de ellas.
La primera lucha por el derecho a votar: Kate Sheppard creía en el derecho de las mujeres a tener el mismo lugar que los hombres en la sociedad. Kate luchó por distintas causas, incluyendo exigir que las mujeres no fueran sujetas a códigos de vestimenta incómodos. Como líder de las sufragistas, Sheppard ayudó a organizar protestas y presentó distintas peticiones al parlamento para exigir que las mujeres pudieran votar en su país.
En 1893, Kate y sus compañeras reunieron las firmas de unas 32,000 mujeres para exigir sus derechos. La petición medía 270 metros de largo y se desenrolló a través de la cámara del parlamento para que sus integrantes pudieran visualizar cuántas mujeres querían un cambio. Después de toda la presión, ese mismo año se logró que Nueva Zelanda le diera a las mujeres el derecho a votar, convirtiéndose así en el primer país en hacerlo.
Susan B. Anthony votando ilegalmente: En 1872 Susan B. Anthony, norteamericana defensora de los derechos de las mujeres, decidió votar en una elección a manera de protesta contra un gobierno que seguía sin reconocer el derecho de las mujeres a elegir a sus líderes políticos.
B. Anthony fue arrestada por ejercer su voto de manera “ilegal”; fue juzgada y multada. Esta acción por parte del gobierno desató la furia de los habitantes de EEUU y logró que otras mujeres vieran lo que estaba pasando y decidieran unirse a la lucha por conseguir el derecho al voto.
El movimiento sufragista en EEUU estuvo en lucha por más de 20 años. En 1913, hartas de no ser tomadas en serio, un grupo de entre cinco y ocho mil mujeres salieron a marchar a las afueras de la Casa Blanca. Las organizadoras del evento, Alice Paul y Lucy Burns, habían conseguido los permisos legales para la manifestación, sin embargo, el grupo fue atacado por aquellos que se oponían a que las mujeres ganaran el derecho a votar.
Los ataques fueron desde lanzar pequeños objetos y ofensas, hasta violencia física contra las mujeres que exigían sus derechos. La forma de reaccionar de estas personas hizo que el movimiento sufragista fuera tomado con más seriedad por el resto de la sociedad y puso los ojos de todo el país sobre los ojos de las sufragistas. Esto impulsó a que en 1919 por fin se permitiera que las mujeres pudieran votar legalmente en EEUU.
Las sufragistas británicas marcharon en el lodo por las calles de Londres para luchar por la igualdad. Más de tres mil mujeres se unieron para exigir su derecho a votar.
Aunque no hubo una reacción inmediata, esta marcha dio inicio a una serie de protestas que reunió a mujeres de todos los estratos sociales. La atención pública y la presión sobre el gobierno hizo que, finalmente, tras varios años de negociaciones, el parlamento aprobara en 1928 una ley para que las mujeres pudieran votar.
Rosa Parks se negó a bajarse del camión: Durante la época de segregación racial en Estados Unidos, Rosa Parks se convirtió en la mujer afroamericana que cambió el rumbo de la historia. En la década de los 50, EEUU separaba a las personas por su raza, había lugares exclusivos para blancos y otros, como la parte trasera del camión, eran designados para la gente de color.
El 1 de diciembre de 1955, Rosa se encontraba en uno de los asientos delanteros de un autobús; el chofer le pidió irse para atrás cuando un hombre blanco subió, pero Rosa, quien estaba harta de ser tratada como alguien inferior por su color de piel, se negó a moverse. Esta acción la llevó a ser arrestada, pero desató una reacción en cadena de protestas por parte de la gente de color en Estados Unidos. Un año después, se declaró ilegal la segregación en el transporte público estadounidense.
El origen de la quema de brassieres: En 1968, alrededor de 400 mujeres protestaron en contra del certamen de belleza ‘Miss America’ en Atlantic City, EEUU. Este grupo estaba harto de que el concurso promoviera estándares de belleza irreales que estaban influyendo en la sociedad haciendo que las mujeres dudaran de su cuerpos.
Mientras el concurso se desarrollaba, estas mujeres marcharon alrededor del “bote de basura de la libertad”, en el que aventaron objetos que percibían como símbolos femeninos de opresión: maquillaje, brassieres, tacones. Rumores de que habían quemado sus sostenes le dieron visibilidad a la protesta; el impacto que tuvo fue tanto que el movimiento dejó de estar en la sombras, logrando que el país entero comenzara una conversación sobre las expectativas de belleza que se les imponían a las mujeres al momento de nacer.
El paro de mujeres en Islandia: En 1975, las mujeres islandesas, hartas de la brecha salarial y de no sentirse representadas por su gobierno, decidieron hacer un paro nacional para demostrar lo importante que era su presencia en la sociedad. 25,000 mujeres se reunieron en las calles de la capital y el 90% de la población femenina paró sus actividades por completo: sin trabajar, ir a la escuela o ayudar en las labores del hogar.
Este paro despertó al país entero, tan solo cinco años después, la población eligió a su primera mujer presidente. Además, la idea inspiró a mujeres en el resto del mundo a organizar paros en sus países para crear conciencia sobre su valor en la sociedad.
Acciones masivas por la paz en Liberia: en 2003, las mujeres de Liberia se organizaron y lograron terminar la segunda guerra civil. Con diferentes protestas, incluyendo una huelga de sexo y organizarse para rodear la oficina del presidente y negarse a irse hasta que prometiera comenzar negociaciones de paz.
Las mujeres lograron ponerle fin a una guerra de 14 años y consiguieron, además, que su país tuviera a su primera mujer presidenta: Ellen Johnson Sirleaf. Desde el momento en que tomó el puesto, Johnson comenzó a trabajar por los derechos de las mujeres.
Huelga de piernas cruzadas: Pereira se encuentra dentro de las ciudades más peligrosas de Colombia, todo esto derivado de los pleitos entre grupos delictivos y carteles. En 2006, hartas de la violencia, las esposas y novias de los integrantes de estos grupos se organizaron con una huelga de sexo, negándose a tener relaciones con sus parejas hasta que estos accedieran a entregar sus armas al gobierno. Para 2010, los índices de asesinatos en Pereira bajaron un 26,5%.
La marcha de las mujeres: En 2017, un día después de que Trump entrara como presidente de Estados Unidos, miles de mujeres salieron a las calles a marchar a manera de protesta contra el gobierno que amenazaba los derechos reproductivos y humanos.
La marcha inició una conversación global que no se detuvo y que unió a mujeres en todo el mundo. Temas como la opresión femenina y el abuso de poder ayudaron a potencializar movimientos como el #MeToo.
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La historia ha estado marcada por distintas mujeres que han hecho la diferencia gracias a su lucha por los derechos. Estas son las historias de algunas de ellas.
Imagen Getty

El 9M ya llegó y las mujeres fueron convocados a hacer un paro con varios propósitos:
1. que paren los feminicidios en el país;
2. denunciar violencias de género tan aceptadas cotidianamente;
3. hacer visible el valor del trabajo de las mujeres y;
4. que se reconozca la importancia de la producción y el consumo de las mujeres en la economía nacional (y mundial).

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Aún hay muchas dudas, sobre todo entre los hombres que quieren apoyar estas jornadas de protesta y huelga feminista. ¿Ir o no ir a las marchas? ¿Qué hacer en casa? ¿Cómo apoyar a las mujeres cercanas? ¿Se vale secundar la huelga?

Para ellos va esta pequeña guía desde la voz experta de Catalina Ruiz-Navarro, editora y escritora feminista, y Renata Villarreal, abogada feminista y fundadora de Marea Verde México.


¿Qué hago si soy hombre y quiero apoyar el movimiento de las mujeres?
Lo primero que tienes que entender es que ni tú ni otros hombres pueden tomar un papel protagónico en el movimiento feminista porque esto lo tenemos que liderar las mujeres.

Pero hay cosas útiles y prácticas con las que sí puedes ayudarnos:

1. Reconoce tu privilegio. Eso significa reconocer que has llevado una experiencia de ventaja del mundo totalmente distinta a la de las mujeres. Con eso serás lo suficientemente empático cuando las mujeres te contemos el mundo que nosotras estamos viviendo.

2. Deja de ‘mansplicarnos’ cómo hacer el feminismo. Una cosa que les pedimos y les cuesta trabajo es callarse y escuchar. Los necesitamos en esta revolución, pero atrás y callados. No es una agresión, sino una petición. Lo que pasa es que todos tenemos funciones distintas en las revoluciones.

3. Infórmate sobre el feminismo y abandona tus prejuicios. No esperes a que las mujeres a tu alrededor tomen la iniciativa de explicarte qué es. Abre Google y busca, lee, ve y escucha a las mujeres. Entre más, mejor.

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4. Empieza a hablar de esto con otros hombres. Ve y dile a tus amigos machistas que dejen de ser machistas. Interven tus chats de solo hombres y, en caso de ser necesario, levanta la voz y di: “oye, no seas culero, no trates a las mujeres así”.


“Las mujeres necesitamos eso de ti. Porque hay muchos espacios a los que nosotras todavía no podemos llegar porque son espacios sólo de hombres”
Exigir que sus derechos sean respetados, así como conmemorar los recientes feminicidios ocurridos en el país, fueron algunos de los motivos de esta marcha
Video ‘No es no’: Miles de mujeres se congregaron en la marcha del 8 de marzo

¿Podemos ir a las marchas?
Pregunta a mujeres cercanas, y si te dicen que puedes acompañarlas, hazlo. Pero de preferencia evitalo y apoya de otras maneras.

Los últimos años de marchas en México se han planteado como exclusivas para mujeres, con más contingentes separatistas. Aunque ha habido marchas que han mantenido espacios mixtos atrás donde pueden ir los hombres y son bienvenidos sin problema.


“Lo que no se entiende es la insistencia de querer estar en los espacios exclusivos de mujeres. Lo que las mujeres estamos pidiendo es un día, un lapso de horas, en un lugar específico del espacio público para que nos dejen estar solas y en paz. Y no es posible que no nos lo puedan conceder”

¿Por qué es importante que cedas estos espacios?
Porque lo estamos pidiendo. Eso debería bastar para que pasara, porque es absurdo que una y otra vez insistan en no respetar lo que las mujeres queremos.

Pero si buscas otra explicación, es porque muchas mujeres han sufrido violencias atroces a manos de hombres, y ellas necesitan un espacio seguro en donde no estén viendo esos cuerpos que son iguales al cuerpo de su agresor. Y si eres hombre y no eres capaz de empatizar con eso, poco o nada tienes que hacer en las marchas junto a las mujeres.

Es fundamental que entiendas que por lo que lo que estamos luchando las mujeres aquí es porque se nos reconozca como sujetas políticas, como ciudadanas y como personas autónomas que pueden decidir sobre sus cuerpos y sus vidas.


"También es vital que comprendas que cerca del 70% de las mujeres hemos vivido algún tipo de violencia sexual a lo largo de nuestra vida por parte de un hombre, lo que quiere decir que la mayoría de las mujeres que asistimos a las marchas somos sobrevivientes de violencia"
Una cámara capta el momento exacto en que una bomba de gas es lanzada en el Zócalo capitalino
Video Video: Lanzan bombas durante la marcha del 8 de marzo

¿Por qué es importante el apoyo masculino —activo o pasivo— en las protestas?
El apoyo de la protesta de las mujeres es importante porque el feminismo en general es una lucha por los derechos humanos. Nosotras tenemos que marchar, y para que podamos hacerlo, alguien tiene que cumplir con todas esas tareas de cuidado que hacemos nosotras todos los días.

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No sólo en las marchas.
El trabajo de las mujeres que luchan por el fin de la violencia contra las mujeres y que piden derechos iguales es todos los días. Es importante que este trabajo que planeas hacer por dos días, lo hagas siempre: ayuda en el trabajo de casa, hazte cargo de ti mismo.

¿Los hombres podemos ser feministas?
Hay opiniones encontradas. Mientras algunas feministas como Catalina Ruíz-Navarro piensa que: “¡Claro que pueden ser feministas como postura política!”, otras como Renata Villarreal dicen que no, y que incluso hay mujeres privilegiadas o desinformadas que tampoco lo son.

En lo que ambas coinciden es que el problema está en que muchos hombres que se declaran aliados o feministas públicamente, lo hacen porque reciben aplausos, espacios privilegiados y hasta dinero por serlo. Mientras que las mujeres reciben reprimendas y hasta amenazas de violación correctiva cuando se pronuncian feministas.

Los hombres que verdaderamente quieren apoyar a las mujeres con sus protestas, no buscan reconocimiento público.


“En conclusión, en este momento histórico, lo que necesitamos las mujeres es menos aliados y más hombres que traicionen al patriarcado”
Colectiva de mujeres pinta en en el suelo del zócalo capitalino más de 3,200 nombres de mujeres asesinadas y desaparecidas
Video Mujeres recuerdan a víctimas de feminicidio y desaparición en el piso del Zócalo de la CDMX
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