Jackson Wang sedujo con su magia y sensualidad a la Arena Ciudad de México

La Arena Ciudad de México se convirtió durante casi tres horas en un teatro, donde Jackson Wang y sus bailarines presentaron una obra llena de dramatismo, pasión, energía y precisión que cumplió los sueños de miles de fans que deseaban, desde hace mucho tiempo, poder caer en los encantos del cantante.

El acto de magia comenzó incluso antes de que arrancara el concierto a las 9:30 pm. Ocurrió meses antes, cuando el artista originario de Hong Kong envió su invitación a México para acudir al “MAGIC MAN World Tour”. Los boletos se agotaron en cuestión de horas haciendo historia como el primer artista chino en hacer sold out en ese recinto, sino también ser el primer solista perteneciente a un grupo de k-pop –en su caso GOT7– en convocar a 23 mil personas en nuestro país, según la información proporcionada por 88 rising, promotora del artista.

Con altas expectativas, el público acudió la noche del 25 de mayo para presenciar lo que sería un espectáculo sorprendente. Y no se equivocaron. Desde los primeros segundos deslumbró la gran producción que trajo. Un escenario que incluía un elevador que le permitía a Jackson Wang hacer actos de escapismo, coreografías acrobáticas que derrochaban sensualidad. Eso sí, nunca sin descuidar el aspecto vocal.

Durante la velada canciones como “100 Ways”, “Go Ghost”, “Blackout”, “Just Like Magic”, “BULLET TO THE HEART”, “Drive You Home” y “Dopamine” fueron las más coreadas de la noche. A la par de los gritos de emoción y las letras cantadas en inglés a todo pulmón, un espectáculo visual corría a la par, creado por los mismos asistentes y sus luces blancas. Ya sea saltando o moviendo sus manos de un lado a otro, se fue gestando una energía que explotaría más adelante con lo que Jackson Wang llamó la hora de ponerse traviesos.

Pero antes de llegar a la parte candente, la temperatura del recinto subió cuando apareció en el escenario por primera vez una banda de músicos en vivo que despidieron al pop y transformaron el concierto, durante unos momentos, en un espectáculo de rock. Fue así que llegaron canciones como “LMLY” y “Vibes”.

El recinto explotó en gritos de histeria cuando el showman mostró sus pasos más eróticos al ritmo de canciones como “Champagne Cool” “The Moment”, “Greedy” y “Cruel”. Sus movimientos pélvicos hacían que el recinto cimbrara y, a diferencia de otros idols, se le permitía seducir a sus bailarinas y hasta beber alcohol arriba del escenario.

También aquellas fantasías que solo se encuentran en Wattpad se volvieron realidad cuando fueron llevadas al escenario gracias a dos fans elegidas por el mismo cantante (claro, preguntando primero si eran mayores de edad y solteras). Con la primera chica recreó durante “Love You 3000 II” una cita romántica, en la cual le regaló un guante, la serenó mientras la abrazaba y culminó con una lluvia de rosas en el escenario.

La caballerosidad no es contraria a la sensualidad y fue así que al estilo “Magic Mike”, Jackson y sus bailarines mostraron sus pasos más eróticos a la joven que fue sentada en una silla en “Dead”; la conquista terminó con el cantante desapareciendo con su seguidora en un elevador. Cuando volvieron a abrirse las puertas, él hizo el gesto de ajustarse los pantalones mientras que ella desapareció como por arte de magia del escenario.

Fue tanto el furor que en tres ocasiones se tuvo que pedir a los asistentes de la zona VIP y General que se hicieran hacia atrás, ya que estaban aplastando a la gente en las primeras filas. El músico tuvo que intervenir en el último incidente, generado justamente cuando estaba buscando a la seguidora para el acto de “Love You 30000 II”. Él mismo coordinó al equipo de seguridad del recinto para movilizar al mar de personas por bloques e incluso proporcionando él mismo botellas de agua para evitar más desmayos.

Afortunadamente, no ocurrió nada de gravedad y el concierto evolucionó a una verdadera fiesta donde además de interpretar “Blow”, “Pretty Please” y “Slow”, los asistentes cantaron “Cielito Lindo” e incluso, se aprovechó para celebrar el cumpleaños de los miembros de su staff al ritmo de una versión electrónica de sus canciones. La gente no quería irse, pero como Cenicienta, el encanto duró hasta las 12:15 am cuando todos tuvieron que regresar a su realidad.

El mejor acto de magia es cuando no ves cómo se hace el truco. Jackson Wang ofreció un show espectacular en el aspecto visual y musical, sin embargo, el as bajo la manga fue l a historia y el verdadero mensaje que quiso dejar. Durante el concierto, a través de los visuales proyectados, condujo al público por las distintas etapas que ha pasado a lo largo de su vida y sus demonios internos, siendo integrante del grupo surcoreano GOT7 y como un solista. En la industria del k-pop lo importante es mostrar un producto pulido, atractivo, artistas perfectos… sin embargo, detrás de ello puede existir mucha soledad, ansiedad y dudas.

Jackson Wang supo plasmar eso, desde la presentación de su persona –siempre con maquillaje negro rodeándole los ojos–, la selección de canciones que llevaron a los inicios de su carrera como solista, a la crisis existencial, la liberación de pensamiento y sexualidad, así como la alegría.

“ Esto es MAGIC MAN, esta es mi historia. Espero que hoy todos lleguen a entenderme mejor como persona, como humano”, expresó Jackson Wang emocionado en la Arena Ciudad de México. “ MAGIC MAN es encontrar tu propia felicidad”. Como él mismo explicaría en los visuales que proyectó en el concierto, durante mucho tiempo estuvo solo, consumido por el trabajo y sin tener tiempo para él. Fue hasta que se encontró a sí mismo que pudo encontrar esta felicidad. Ahora se ha vuelto su misión, con su gira y su más reciente disco que lleva el mismo nombre de la gira, que sus seguidores encuentren el mismo camino. “Nunca se sabe qué puede pasar mañana. Así que vivan cada día, cada segundo feliz (…) México, prométeme una cosa, no importa qué demonios pase, sean jodídamente felices, ¿sí?”.