Si cuando eras niño pasabas horas viendo la televisión y te emocionabas cuando pasaban todos esos increíbles comerciales de juguetes como el microhornito mágico o los perritos robot, es probable que ya seas un adulto (independiente o no) que, si se lo propone, podría comprarse alguno de esos productos que tanta ilusión nos daban.
Juguetes que harían feliz a tu ‘yo de la infancia’ y puedes comprar ahora que eres adulto
Todo niño y niña quería estos juguetes al verlos en la tele, quizá nunca los tuvieron pero la buena noticia es que ¡ya los puedes comprar!


Ya sea que lo hayas pedido a los Reyes Magos, a Santa o de cumpleaños o quizá desafortunadamente tus padres no tuvieron la oportunidad de regalártelo, hoy en día podrías adquirirlo con tu propio dinero a pesar de que probablemente ya no cabrías en ese carrito tamaño infantil para conducir por la banqueta.
Es bastante probable que la chaviza actual quiera tener un iPhone para grabar videos en TikTok o solo les importe quién tiene más seguidores en redes sociales, pero aquí recordamos algunos juguetes que harían feliz al tu “yo” de la infancia.
Un Tamagotchi. Era uno de los juguetes más cool que podrías tener, pues su figura en forma de huevo era colorida, portátil y tenías a tu propia mascota virtual que cuidabas como si fuera real e incluso te ponías triste si se moría.
Obviamente debías asegurarte de que estuviera bien alimentado para que esto no sucediera, pero también había que jugar con la criatura, bañarla y esperar a que creciera.
Si tuviste Lite-brite seguro pasaste horas de diversión colocando las piezas en el tablero que se iluminaba. Ahora, si te quedaste del lado de los que añoraban uno de estos juguetes retro pero nunca tuviste uno entre tus manos, te reconfortará saber que puedes encontrarlos fácilmente en Internet o tiendas, ya que son considerados un clásico.
Los Poo-chi. Eran pequeños y tiernos perritos robots con las orejas de colores, que venían con su huesito y ladraban. También se le iluminaban los ojos, pero fuera de eso, si lo piensas realmente no hacían demasiado, sin embargo, aun así, todo niño quería uno para tratarlo como su adorable mascota.
Si nos seguimos con la línea de las “mascotas”, también recordamos los Furby, aunque haya sentimientos encontrados al respecto de estos juguetes que estaban muy cerca de parecer una criatura tenebrosa con sus grandes ojos. Contaban con una inteligencia artificial programada de manera muy básica para hacernos creer que podían comunicarse con su humano en un idioma conocido como “furbish”.
Venían de diferentes colores y “personalidades”, los alimentabas con una cucharita y con el paso de los años han salido nuevas generaciones, con más palabras en su vocabulario.
El Jeep infantil. Generalmente era rosa por Barbie, pero también hay versiones de tonos oscuros. No aceleran demasiado, pero subirse a uno de esos cochecitos cuando tienes 7 años era lo mejor. Definitivo que, si compras uno en tu adultez, no podrías ni meter una pierna en el carro, pero podrías meter a tu sobrino o mascota para tomarle unas fotos.
Las Polly Pocket. Venían en un mini estuche en forma de una casita en la que vivían las diminutas muñequitas, a las cuales podías ponerles accesorios. A la fecha, siguen lanzado todo tipo de sets, pero los personajes han cambiado bastante en las últimas décadas.
El hornito mágico. Uno de los más deseados, cotizados y pedidos por los que crecieron en los noventa, porque podías hacer pastelitos de arcoíris, donas con chispas o cualquier cosa que se te ocurriera.
Las Barbie y sus mil versiones, o los Max Steel. Claro que siguen existiendo con muchísimas actualizaciones, pues no hay infancia completa sin una muñeca Barbie con sus accesorios, el Ken o un juguete tipo Max Steel para entrarle a la “acción”.
El osito de tela que podías pintar de cualquier color una y otra vez. De este peluche existen varias versiones, pero uno de ellas era el Doodle Bear, un tierno juguete que desataba tu creatividad y si te aburrías de lo que le dibujabas, bastaba con meterlo a lavar para que saliera como nuevo.
La lista podría seguir eternamente, pues eran muchos los juguetes que anunciaban en la televisión y que todos queríamos tener para entretenernos durante horas, pero hacemos mención especial a los Cabbage Patch Kids, a los kits infantiles de ciencia, las diferentes versiones de Play Doh (que olían delicioso), el super Nintendo o la consola del momento, los Trolls con sus distintos colores y muchas más.